Después de algunos años de expectativa, la red Wi-Fi 6 se está abriendo camino a hogares y otros lugares conectados. La industria la considera una tecnología transformadora que será una de las principales tendencias del siglo XXI y cambiará drásticamente la experiencia del cliente. La adopción del mercado comenzó a ser más evidente en 2020, y los analistas y expertos de la industria esperan ver un rápido crecimiento.

De hecho, la red Wi-Fi 6 aporta muchas mejoras interesantes a una tecnología que ya tiene dos décadas. Sus nuevas características y capacidades están diseñadas para proporcionar avances como una mayor eficiencia, y capacidad de procesamiento y transmisión, ventajas que serán muy bien recibidas en entornos conectados, como los hogares inteligentes, donde la red doméstica está cada vez más congestionada.

Sin embargo, muchas de las nuevas capacidades de Wi-Fi 6 tienen inconvenientes y limitaciones. Para que la tecnología alcance su potencial prometido, los proveedores de servicios de comunicaciones (CSP) deberán gestionar la red doméstica de forma inteligente. A pesar de todos sus avances, la red Wi-Fi 6 requiere una mayor optimización que las generaciones anteriores de Wi-Fi, y su rendimiento dependerá en gran medida del sistema que lo controle.